La educación universitaria y sus retos



Por: Dra. Janet Álvarez González

Toda cultura educativa es arbitraria y refleja la política de quien esta en poder. Hoy Estados Unidos vive la peor crisis social y económica de su historia. Tan así, que ninguna de nuestras generaciones esta preparada para resolver los problemas que la nación enfrenta o, para adaptarse a su nueva realidad social.

¿Estarán formando las universidades profesionales capaces de adaptarse a la incertidumbre económica que la nación enfrenta? ¿Estarán los graduados preparados para resolver el legado caótico que la administración de presidente dejó?  ¿Qué herramientas de transformación poseen los egresados para implantar en su profesión o en la sociedad de hoy?

Bajo ninguna circunstancia la educación debe de transformar al estudiante  en un ignorante lleno de prejuicios culturales. No obstante, por años, las agencias acreditadoras han impuesto a las universidades sus prejuiciosos instrumentos y requisitos para la selección de profesores y la perpetuidad de sus ancestrales programas académicos; seleccionando y reciclando arbitrariamente el contenido, el método de enseñanza y de evaluación, en donde por ende se genera un sistema autoritario, antidemocrático e intelectualmente incestuoso.

Todo esto sucede a raíz de la falta de peritaje y conocimiento cultural de las agencias acreditadoras sobre la sociedad actual y los nuevos grupos migratorios. Dichas agencias acreditadoras fomentan mantener la mentalidad uniforme yéndose en contra de la política pública actual. Esta intransigencia educativa y cultural  excluye la diversidad y dificulta la existencia de un sistema educativo flexible, coherente y viable en donde se perpetúa el pensamiento atrofiánte te de sus futuros graduados.

Hoy los programas académicos homogéneos no corresponden a nuestra heterogénea realidad económica, social y cultural. Por esto, las agencias acreditadoras debe de aceptar sus ineficiencias y limitaciones y permitirle a las universidades del país el espacio de transformar su estructura educativa para situarla en los pasos acelerados de la globalización y del caos económico y social que ocurre en la nación.

El impulsar a los estudiantes a desarrollar sus capacidades analíticas, el pensamiento crítico, y el plantear y contrastar su realidad con las realidades de otros estados y/ o países es el deber de la institución y la incapacidad de la misma agencia evaluadora.

Es importante entender que el currículo debe de ser parte de la experiencia humana y no un concepto abstracto lleno de teorías que no podemos poner en práctica en nuestro diario vivir.  Esto para evitar la incapacidad del estudiante de captar las verdades humanas y aceptar lo aprendido en un texto como la verdad absoluta.

          El desarrollo y la prosperidad de la nación sólo se hacen posibles cuando la riqueza es accesible a todos en nuestra sociedad y cuando su entorno es comprendido. La pobreza recae en un pueblo ignorante que elige a un gobierno con falta de compromiso político y que utiliza como excusa la escasez de recursos financieros para justificar la evolución de su pobreza.

La educación es un elemento indispensable para disminuir y combatir la pobreza, enfrentando los retos que el mismo gobierno crea y acelerando su crecimiento económico. Por tanto, recae en las agencias acreditadoras promover nuevos modelos de enseñanza que actualicen los programas de  administración de empresas, economía, finanzas y de administración pública.

La educación universitaria y sus retos: Publicado Enero 10 2013 en El Vocero de Puerto Rico.

Categories: